El hecho se registró el 29 de Abril pasado cuando B.A.A acudió al supermercado Acuenta ubicado en calle Camilo Henríquez 469, en Curicó.
La hija de la afectada, María Concha
Arriagada, relató la incómoda situación que vivió su madre. Contó que como
llevaba consigo una bolsa con mercaderías traídas de su casa y compradas en
otra ocasión, al instante de ingresar solicitó apoyo al guardia de turno, quien
procedió a cerrar dicha bolsa con el sello de seguridad y permitió el ingreso
al lugar para adquirir algunas cosas que le faltaban. Para su gran sorpresa, al
momento de pagar y salir de caja fue abordada por los guardias quienes no le
permitieron retirarse argumentado que tenía que cancelar las cosas de la bolsa
sellada.
“A pesar de que mi madre les explicó la situación,
éstos procedieron a quitar el sello de seguridad, a revisar en el costado del sector de
cajas frente a los demás clientes y sin presencia de carabineros. Sin
embargo, aun así insistían que mi madre debía cancelar los productos hasta que
al interior encontraron un par de cosas que permitieron a los guardias
percatarse de su error y tan solo en esos momentos le solicitaron a mi madre retirarse sin problemas del lugar”, dijo.
Problemas
de salud
María Concha afirmó que lo peor todavía no
pasaba. Añadió que tras el episodio su mamá entró en shock presentando un
cuadro nervioso por su avanzada edad, por lo cual la llamó para que la fuera a
buscar. Una vez en el supermercado, Concha pidió explicaciones. “Al instante de
llegar al lugar mi mamá seguía muy nerviosa y repitiendo en diversas ocasiones que no había
robado nada. Una vez que me aseguré del estado de mi madre y, en virtud a las
circunstancias, exigí hablar con el administrador en reiteradas ocasiones, pero
nadie supo darme una respuesta adecuada
y de hecho hasta desconocían el nombre del encargado del supermercado. Solo
ofrecieron el libro de sugerencias y reclamos para estampar mi disconformidad y
malestar por dicha situación. Así lo hice pensando que iba a recibir alguna
respuesta o citación a reunión con el administrador de Acuenta”, apuntó. Finalmente,
la hija aún enojada se retiró del lugar con su madre. Posteriormente, decidió
hacer una denuncia formal en la policía y el Servicio Nacional del Consumidor.
“En vista a la injusticia e indiferencia
hacia mi madre, procedí a realizar la denuncia en la comisaría de calle San
Martin y posteriormente en Sernac. María Concha señaló que el
supermercado Acuenta dio respuesta a través de Sernac argumentando que “se
debió a un lamentable error en el accionar de los guardias de seguridad. Por lo
anterior, pedimos las más sinceras disculpas por las molestias generadas.” No
obstante, la mujer afirmó que no quedaron conformes, por lo cual presentaron
una demanda civil contra el supermercado, la cual fue interpuesta en el Juzgado
de Policía Local de Curicó, y que en los próximos días habría un
pronunciamiento al respecto.