Ante un tribunal de Garantía repleto de estudiantes de derecho, periodismo y profesionales de la prensa, se inició el juicio oral en contra de Rossana Valdés Caro, quien hace un año disparó a su pareja al interior del inmueble que ambos compartían en Molina, causándole la muerte. Tras dejar el cuerpo por varias horas en el living de la vivienda, la acusada decidió cercenarlo para luego poner las partes del cuerpo en diversas bolsas de basura con la intención de botarlas en distintos lugares de Talca, lo que finalmente no se concretó y se fue a entregar a Carabineros. Tras 12 meses de investigación, la fiscal Mónica Barrientos entregó los antecedentes que se manejan contra la imputada, quien fue acusada de parricidio, solicitando el ministerio Público una condena de 15 años de cárcel.
Son cerca de cincuenta peritajes los que la fiscalía dará a conocer al tribunal y se estima que el juicio podría durar hasta el jueves de la próxima semana.

¿Loca?

La fiscal a cargo de la investigación afirmó que tiene una tesis más que clara donde destacan las atenuantes de cooperación y confesión de la acusada, la cual no tiene antecedentes policiales anteriores.
"Estamos defendiendo como fiscalía respecto de todas las pruebas que recabamos y uno de esos elementos de prueba son precisamente las pericias psiquiátricas y psicológicas que dan como resultado que no habría ningún tipo de patología que pudiese afectar su responsabilidad en los hechos.  Nosotros no hemos configurado agravantes en la acusación y quedó claramente establecido que las lesiones son absolutamente post mortem y por esos precisamente no estamos configurando las circunstancias agravantes".
Una visión totalmente distinta tiene el abogado defensor Juan Pablo Cárdenas, quien aseguró que su representada sufrió varios hechos ante del homicidio que la perturbaron emocionalmente como un aborto y capítulos de violencia intrafamiliar.  
 


 
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