El anciano sufría de una sordera y su rutina diaria era deambular por sectores conocidos de su comuna como la plaza de Armas o la iglesia, por lo cual era muy conocido.
Mala noticia.
La familia había hecho un llamado para encontrar al adulto mayor. Finalmente se dio con su paradero. Unos campesinos encontraron su cadáver en su sieto eriazo de Linares, lo que provocó mucha pena en sus círculo más cercano. Aún es un enigma cómo murió Labrin Herrera, por lo cual la PDI está investigando.
