Lo que parecía ser una marcha más por el anhelado sueño de un hospital para Curicó, se transformó en pocos minutos en una seguidilla de confusas situaciones que empañaron la iniciativa ciudadana.
El primer encontrón se originó porque había pancartas que indicaban que varias autoridades no han hecho nada por sacar adelante el nuevo centro asistencial. En ese sentido, había fuertes mensajes a las gestiones de los parlamentarios de la provincia y al director del hospital, doctor Jorge Canteros. Eso llamó la atención de los guardias de seguridad del municipio que recibieron una orden que en vez de calmar los ánimos los exaltaron mucho más.
¿Y el escenario?
Inicialmente, los organizaron de la marcha cumplieron con todos los trámites solicitados. Por ejemplo, la gobernación autorizó la iniciativa y la municipalidad facilitó un escenario ubicado en la plaza de Armas de la ciudad. Esa última estructura provocó el segundo problema. Los guardias comenzaron a desmantelar el escenario, según denuncian, por represalia a los insultos a las autoridades. ¿medida contra la libertad de expresión u orden justificada?
Vidrios rotos
Pero todavía quedaba lo peor. Un grupo de manifestastes fueron a pedir explicaciones al municipio, pero los vigilantes cerraron las puertas. Ante eso, se lanzaron objetos contundentes que terminaron con un ventanal quebrado. Pérdida avaluada en $30.000. Además, hubo dos personas detenidas que tras comprobarse su identidad y domicilio quedaron en libertad y citadas al tribunal.
Ojalá que la próxima marcha sea más pacífica y que sirva para acelerar el tema hospital, que cada día que pasa nos tiene más enfermos.
Casi siempre las marchas fueron pacíficas
Director del hosptial ha sido cuestionado