En agosto próximo debería estar cerrada la planta azucarera. La noticia fue confirmada por la propia empresa, lo que provocará un número importante de personas que quedará sin trabajo.
El gerente general, José Luis Irarrázabal, dijo a diario El Centro que "no vemos ninguna posibilidad que la remolacha vuelva a esa zona porque no hay tierra disponible. Por lo tanto, mantener abierta la fábrica de Curicó no tenía ningún sentido".

Viñas y frutas

El ejecutivo dijo que la producción de azúcar se concentrará en Linares y  Ñuble. En ese sentido, dijo que en Curicó las tierras se están ocupando para otros productos más rentables. "En los últimos años se convirtió en un área frutícola y de viñedos", apuntó.
En cuanto al impacto en los trabajadores, dijo que en la planta Curicó trabajan 32 personas, de las cuales 13 serán trasladadas a las otras sucursales.

 
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