Fue uno de los sectores habitacionales más afectados por el terremoto de 2010. Muchas familias dejaron sus departamentos, pero otras siguieron ahí, viviendo con el riesgo constante de derrumbes. Además, la población creció, pues los inmuebles abandonados fueron tomados por otras personas. De eso, pasaron 6 años para que las autoridades decidieran demoler las construcciones de la villa San Josué del sector Santa Fe de Curicó.

Todo en calma

A pesar de que habían rumores de cierta resistencia a la decisión, el desalojo se registró en calma y en los próximos días comenzarán a trabajar a full con la maquinaria pesada. Las faenas significarán una inversión de 177 millones de pesos y se extenderán  poco menos de tres meses. El proceso se iniciará con el cierre perimetral del sector para evitar nuevas "tomas".



 
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