Creo que la mujer es importante
en todas las dimensiones y espacios de la vida en sociedad, sin embargo nuestra
historia sociocultural da cuenta de lo contrario. La subvaloración de la mujer
y la supremacía del hombre, se
puede apreciar en las relaciones de desigualdad,
hegemonía, subordinación y violencia presentes
en los distintos ámbitos de la realidad
contemporánea, desde la economía, el empleo, la salud, la educación y, por supuesto, la política. Así, nuestras
ancestras, madres y ahora nosotras, continuamos luchando por la reivindicación
de nuestros derechos. Estoy convencida
que para avanzar en relaciones de igualdad, necesitamos no solo de mujeres, sino también de hombres
y otras identidades de género. En
definitiva, este es un problema de todas y todos.
¿Qué avances hemos tenido en temas de igualdad
de género?
No podemos desconocer que hemos
avanzado en materia de equidad de géneros,
como la reciente ley de aborto en 3 causales y la ley de identidad de sexual, no
obstante, creo que esto aún no es
suficiente.
En la actualidad, las mujeres seguimos siendo discriminadas en espacios
laborales, ganando en promedio un 30% menos que los hombres (Fundación
SOL). En materia de política el
escenario no es distinto, lo que se manifiesta en la escasa participación de la
mujer en espacios de representación pública, más aún si analizamos la realidad del parlamento.
Lo anterior se refleja, además, en que el cuerpo de la mujer continúa
siendo sexualizado por el mercado publicitario y los medios de comunicación,
mientras somos castigadas si amantamos a nuestr@s hij@s en espacios públicos. Seguimos
siendo víctimas de la violencia patriarcal en todas sus expresiones y
formas, desde el uso naturalizado de un
lenguaje que nos invisibiliza, hasta
dolorosos hechos de femicidio.
Necesitamos seguir legislando en materias laborales y económicas que no
discrimen a la mujer y otras identidades de géneros. Necesitamos re-pensar cómo abordar la perspectiva de
género en las políticas públicas. Necesitamos reforzar con fuerza el trabajo en educación
para la igualdad de género, capacitando en el tema a los profesores y profesoras,
pues son ell@s los principales agentes socializadores.
Es necesario quebrar los estereotipos
y para ello l@s educadores deben asumir un rol protagónico, y reconocer que los niños y niñas tienen las
mismas capacidades, independiente de su sexo e identidad de género. Necesitamos pensar en un trabajo en las comunidades
y en los territorios. Debemos avanzar
con fuerza en todos los espacios para lograr relaciones de igualdad entre
mujeres, hombres e identidades LGTBI.
¿Y qué
piensas respecto de la participación de mujer en política?
No podemos desconocer que las cuotas de género son un mecanismo legal
que incentiva y exige la participación de la mujer en política, pero sabemos que la lógica del patriarcado,
representado en la concentración del poder masculino en los espacios públicos continúa presente, y que necesitamos de una
“legitimación cultural” en este ámbito.
Como candidata a Core me han preguntado ¿Quién es el candidato fuerte de tu lista?, asumiendo que naturalmente
debiese ser un hombre. En otras oportunidades me han interpelado acusándome de
asumir el rol de candidata solo para “cumplir” con las cuotas de género. Sin embargo, debo ser enfática en esto, pues
no estoy dispuesta a cumplir con un rol de “galleta”, ni soy el “condimento” de
un candidato fuerte.
Voy de candidata porque creo en
las capacidades que tenemos las mujeres
para desempeñarnos en diferentes roles: Creo en las capacidades de mi madre, mi
abuela, mi hija, mi profesora, mi
vecina, la presidenta de la junta de vecinos, la directora de la pequeña y gran
empresa, la decana de la facultad, creo en la jefa de hogar, y en que todas las personas -independiente de su género- podemos aportar
en todos los espacios sociales, culturales, económicos y políticos de nuestras comunidades.
¿Y cómo aportan las mujeres a la Política?
Aportamos porque tenemos tendencia a un liderazgo más horizontal, valorando los aportes de cada persona, priorizando
la toma de decisiones colectivas por
sobre la decisiones cupulares. Aportamos
con nuestra disposición a compartir información relevante, por sobre los secretismos. Aportamos, con un mayor reguardo de la ética y la probidad, como valores cruciales para el ejercicio
político. Aportamos con un claro espíritu de vocación hacia el
bienestar de nuestra comunidad, por sobre el
bienestar personal. Aportamos, proponiendo y resguardando proyectos o iniciativas con perspectiva de
género, para avanzar en la reivindicación de nuestros derechos.
Solo así garantizaremos que las nuevas mujeres y hombres crezcan
sintiendo/aprendiendo que la mujer es una protagonista importante en todos los contextos
de nuestra sociedad.
Pamela Henríquez
Candidata a Consejera Regional por la Provincia de Curicó