Las candidaturas del Movimiento Autonomista consideramos una exigencia básica que la suscripción por parte de Chile de tratados de libre comercio, esté sujeta a un debate político y técnico de carácter democrático, público e informado.
Durante 20 años, Chile se ha convertido en un firmante compulsivo de este tipo de acuerdos, sin que las fuerzas políticas, los representantes en el Parlamento ni la ciudadanía sepan qué se firma, ni quiénes se benefician o son perjudicados. Peor aún, con posterioridad a su promulgación, el país no ha sido informado sobre cuáles son las evaluaciones de los tratados implementados.
Sin embargo, el Gobierno quiere continuar firmándolos, usando para ello al Congreso Nacional como mero buzón y esquivando el juicio de la opinión pública. Las y los autonomistas consideramos que esta práctica ya no es aceptable.
Los tratados de libre comercio de última generación ya no solo buscan regular las relaciones comerciales entre países, sino que también afectan las reglas del juego al interior de los países y en el orden internacional. Con esto afectan la soberanía de nuestros pueblos, poniendo en riesgo materias tan importantes como la seguridad alimentaria y el acceso a medicamentos a precios razonables. Hoy vemos que en ciertos tratados de libre comercio se establece como causal para demandar a los Estados, las “razonables expectativas de ganancia”; es decir, basta que un inversionista no obtenga el rédito que esperaba tener como consecuencia de un cambio de políticas en el país, para que pueda demandarlo. Esta causal contenida en tratados de libre comercio de última generación puede afectar la implementación de políticas como el aumento del sueldo mínimo, los cambios tributarios o, como en el caso de Chile, a la pretensión de derogar el sistema de AFP.
El establecimiento de este tipo de tratados comerciales invariablemente ha restringido en el mundo la capacidad de acción de los Estados, esto es, el derecho de los pueblos de transformar sus sociedades a través de la política, por las cesiones de soberanía inherentes a estos acuerdos. En el caso de Chile vemos que la lógica de los tratados sólo perpetúa el modelo productivo primario exportador, que tanto urge superar en nuestro país.
Las candidaturas del Movimiento Autonomista consideramos que la política de firma compulsiva de tratados de libre comercio, presentada como “comercial” y “técnica”, es en realidad uno de los ejes centrales de la implementación extrema del modelo neoliberal en Chile.
Por todas estas razones, en caso de ser elegidos parlamentarios por la soberanía popular, nos comprometemos a no ratificar ni impulsar más TLC mientras no se hagan estudios serios sobre los efectos de los que ya se han implementado. Del mismo modo, nos comprometemos a promover este debate en todos los espacios que sea necesario, por la trascendencia que tiene para el presente y futuro de Chile.
Yuri Sepúlveda
Candidato a
Senador
Frente Amplio
G-18
Durante 20 años, Chile se ha convertido en un firmante compulsivo de este tipo de acuerdos, sin que las fuerzas políticas, los representantes en el Parlamento ni la ciudadanía sepan qué se firma, ni quiénes se benefician o son perjudicados. Peor aún, con posterioridad a su promulgación, el país no ha sido informado sobre cuáles son las evaluaciones de los tratados implementados.
Sin embargo, el Gobierno quiere continuar firmándolos, usando para ello al Congreso Nacional como mero buzón y esquivando el juicio de la opinión pública. Las y los autonomistas consideramos que esta práctica ya no es aceptable.
Los tratados de libre comercio de última generación ya no solo buscan regular las relaciones comerciales entre países, sino que también afectan las reglas del juego al interior de los países y en el orden internacional. Con esto afectan la soberanía de nuestros pueblos, poniendo en riesgo materias tan importantes como la seguridad alimentaria y el acceso a medicamentos a precios razonables. Hoy vemos que en ciertos tratados de libre comercio se establece como causal para demandar a los Estados, las “razonables expectativas de ganancia”; es decir, basta que un inversionista no obtenga el rédito que esperaba tener como consecuencia de un cambio de políticas en el país, para que pueda demandarlo. Esta causal contenida en tratados de libre comercio de última generación puede afectar la implementación de políticas como el aumento del sueldo mínimo, los cambios tributarios o, como en el caso de Chile, a la pretensión de derogar el sistema de AFP.
El establecimiento de este tipo de tratados comerciales invariablemente ha restringido en el mundo la capacidad de acción de los Estados, esto es, el derecho de los pueblos de transformar sus sociedades a través de la política, por las cesiones de soberanía inherentes a estos acuerdos. En el caso de Chile vemos que la lógica de los tratados sólo perpetúa el modelo productivo primario exportador, que tanto urge superar en nuestro país.
Las candidaturas del Movimiento Autonomista consideramos que la política de firma compulsiva de tratados de libre comercio, presentada como “comercial” y “técnica”, es en realidad uno de los ejes centrales de la implementación extrema del modelo neoliberal en Chile.
Por todas estas razones, en caso de ser elegidos parlamentarios por la soberanía popular, nos comprometemos a no ratificar ni impulsar más TLC mientras no se hagan estudios serios sobre los efectos de los que ya se han implementado. Del mismo modo, nos comprometemos a promover este debate en todos los espacios que sea necesario, por la trascendencia que tiene para el presente y futuro de Chile.
Yuri Sepúlveda
Candidato a
Senador
Frente Amplio
G-18