En completo hermetismo los líderes de la Iglesia Católica del Maule comenzaron a llegar hasta la ex casa de formación sacertotal "Seminario San Pablo", ubicada en avenida Rauquén. Pasadas las 9:00 horas de la mañana de ayer arribó al recinto religioso el Obispo de Talca, monseñor Horario Valenzuela, quien se retiró cerca de las 13:00 horas sin hacer declaraciones. Según los asistentes, la autoridad eclesiástica maulina les contó detalles de la reunión que sostuvieron los obispos chilenos con el Papa Francisco en Roma, donde todos pusieron sus cargos a disposición del Pontífice.
Reflexiones
Durante las cuatro horas, los asistentes escucharon a Horacio Valenzuela, quien es uno de los cuatro obispos renunciados que están acusados de encubrir los abusos cometidos por el cura Fernando Karadima, caso emblemático en la persecusión judicial de los delitos de connotación sexual efectuados por sacerdotes católicos en varios puntos del país. Este encuentro en Curicó se suma a otras jornadas de reflexión que se registraron el martes recién pasado en la Región de Ohiggins, zona que se ha visto en el ojo del huracán por nuevas denuncias contra curas católicos.
"En las manos de Dios"
Uno de los asistentes al encuentro fue el sacerdote a cargo de la Iglesia El Carmen de Curicó, José Abarza señaló que se analizó el documento que se vio en la reunión con el Papa Francisco en el Vaticano, agregando que el obispo de Talca está tranquilo esperando lo que se resuelva. "Don Horacio nos habló de poco de lo que estuvieron hablando en Roma con el Papa. Una crisis puede traer renovación que significa crecer. Hay que tener confianza y esperanza, pero él está poniendo todo en las manos de Dios", apuntó.
"Es gravísimo para nosotros"
Otros de los que habló tras la jornada de reflexión fue el Vicario de Talca, padre Mario Molina, quien
"Nos informó, especialmente, acerca de ese documento blanco que todos conocen, en el que plantea el Papa que en Chile había una iglesia profética y se acabó y eso es gravísimo para nosotros. Por qué se acabó, a dónde están nuestras fallas y eso hemos estado conversando. Ese ha sido el fondo de su testimonio", sostuvo.
Reflexiones
Durante las cuatro horas, los asistentes escucharon a Horacio Valenzuela, quien es uno de los cuatro obispos renunciados que están acusados de encubrir los abusos cometidos por el cura Fernando Karadima, caso emblemático en la persecusión judicial de los delitos de connotación sexual efectuados por sacerdotes católicos en varios puntos del país. Este encuentro en Curicó se suma a otras jornadas de reflexión que se registraron el martes recién pasado en la Región de Ohiggins, zona que se ha visto en el ojo del huracán por nuevas denuncias contra curas católicos.
"En las manos de Dios"
Uno de los asistentes al encuentro fue el sacerdote a cargo de la Iglesia El Carmen de Curicó, José Abarza señaló que se analizó el documento que se vio en la reunión con el Papa Francisco en el Vaticano, agregando que el obispo de Talca está tranquilo esperando lo que se resuelva. "Don Horacio nos habló de poco de lo que estuvieron hablando en Roma con el Papa. Una crisis puede traer renovación que significa crecer. Hay que tener confianza y esperanza, pero él está poniendo todo en las manos de Dios", apuntó.
"Es gravísimo para nosotros"
Otros de los que habló tras la jornada de reflexión fue el Vicario de Talca, padre Mario Molina, quien
"Nos informó, especialmente, acerca de ese documento blanco que todos conocen, en el que plantea el Papa que en Chile había una iglesia profética y se acabó y eso es gravísimo para nosotros. Por qué se acabó, a dónde están nuestras fallas y eso hemos estado conversando. Ese ha sido el fondo de su testimonio", sostuvo.