Los últimos dos años y medio de
Sergio Fuenzalida han sido una pesadilla. Todo comenzó con un confuso relato de
una de sus hijas, quien realizó un dibujo donde contaba que había sido rozada
por un palo. Ese hecho fue considerado por su colegio como un ataque sexual que
le habría provocado a la niña su hermano de 11 años. La escuela Monseñor Manuel
Larraín, donde ambos estudian, realizó un informe que terminó con una denuncia
formal de un hecho, supuestamente, de connotación sexual. Pero lo peor aún no
pasada. Un organismo judicial externo ratificó lo expuesto. Se trata del Centro
DAM de la Fundación Crate, el cual recomendó investigar una posible vulneración
en el ámbito sexual de los cuatro hijos de Fuenzalida, quien a esas alturas no
podía creer lo que estaba pasando.
Testimonio clave
Es más, el Juzgado de Familia de Licantén consideró que había características de abusos sexuales propios de familias incestuosas y que no se descartada la existencia de otros ilícitos dentro del círculo familiar, por lo cual puso los antecedentes a disposición de la fiscalía local el 20 de enero de 2016. En febrero de ese año, declararon voluntariamente los menores, quienes señalaron que nunca han sido objetos de manifestaciones sexuales de ninguno de sus familiares directos. Este medio accedió al testimonio de la menor que, supuestamente, había sido abusada por su hermano. El relato fue realizado el 14 de enero de 2016. “Nunca nadie me ha tocado nada, nadie me ha tocado menos mi papá, todo lo contrario, él quiere lo mejor para nosotros, él va a todas las reuniones a la escuela, trabaja para comprarnos los útiles, todo. Ahora mi papá está fuera de la casa y eso es injusto”, es parte de su declaración.
Testimonio clave
Es más, el Juzgado de Familia de Licantén consideró que había características de abusos sexuales propios de familias incestuosas y que no se descartada la existencia de otros ilícitos dentro del círculo familiar, por lo cual puso los antecedentes a disposición de la fiscalía local el 20 de enero de 2016. En febrero de ese año, declararon voluntariamente los menores, quienes señalaron que nunca han sido objetos de manifestaciones sexuales de ninguno de sus familiares directos. Este medio accedió al testimonio de la menor que, supuestamente, había sido abusada por su hermano. El relato fue realizado el 14 de enero de 2016. “Nunca nadie me ha tocado nada, nadie me ha tocado menos mi papá, todo lo contrario, él quiere lo mejor para nosotros, él va a todas las reuniones a la escuela, trabaja para comprarnos los útiles, todo. Ahora mi papá está fuera de la casa y eso es injusto”, es parte de su declaración.
Delito no existe
Una investigación llevada por el ministerio Público de Licantén determinó que se trataba de un mal entendido y que lo que dibujó la menor fue un juego entre hermanos donde ambos hacían de vaqueros, y donde el palo simulaba un caballo. En su declaración el menor sindicado como abusador de su hermana señalar que “lo de la Flo fue un accidente, ese día estábamos jugando a los pistoleros, ella estaba detrás de mí. Yo tenía un palo en las manos, me di vuelta y por accidente le pegué en el poto”, aseguró.
Conclusión indagatoria
Una investigación llevada por el ministerio Público de Licantén determinó que se trataba de un mal entendido y que lo que dibujó la menor fue un juego entre hermanos donde ambos hacían de vaqueros, y donde el palo simulaba un caballo. En su declaración el menor sindicado como abusador de su hermana señalar que “lo de la Flo fue un accidente, ese día estábamos jugando a los pistoleros, ella estaba detrás de mí. Yo tenía un palo en las manos, me di vuelta y por accidente le pegué en el poto”, aseguró.
Conclusión indagatoria
En la investigación hecha por la
PDI, se determinó que “el hecho que
habría contado la niña habría sido una confusión de un contexto de juego entre
ellos donde el mayor
de los niños golpeó sin querer a su
hermana”. En el último párrafo del informe se dice que “haciendo mención que si
los niños pudiesen tener conductas sexualizadas, podría ser por el espacio
físico en que viven con sus padres, pero se descarta el hecho en que podrían
ser víctimas directas de tocaciones o abuso sexual”.