El anuncio de los trabajos
en la intersección de las avenidas Rauquén y Alessandri siguen provocando
reacciones. El concejal de la comuna
Francisco Sanz afirmó que hoy día aparecen muchos reparos, especialmente de los
vecinos, pero que a la larga los beneficios serán para toda la comunidad. “Nadie se puede oponer al
progreso sin duda alguna. Lo importante es estar siempre coordinado, siempre
que la autoridad entre en diálogo con las juntas de vecinos para ver cómo van a
ser las medidas de mitigación”, apuntó. No obstante, la autoridad admitió que a
la Villa Rauquén le ha tocado duro. “Porque se ha tenido que desviar por ahí,
al igual que en la Sol de Septiembre, el tránsito vehicular y ahora, a raíz del
colector de aguas lluvias, se va a tener que también desviar la locomoción
colectiva, lo cual en un barrio absolutamente residencial por supuesto que va a
provocar un estrés inicial a la gente”, reconoció.
Medidas
Tomando en cuenta los
inconvenientes del progreso, el concejal curicano llamó a las autoridades a, de
cierta forma, compensar a los vecinos que han tenido que lidiar con los cambios
de tránsito, por ejemplo. “A muchos barrios aún no les llega el progreso, pues
no tienen buena iluminación, veredas repuestas y programas de mejoramiento,
especialmente a los más antiguos de Curicó”, acotó. En ese sentido, Francisco
Sanz precisó que hay que aprovechar la coyuntura para sacar cuentas alegres. “Hago
un llamado también a que el gobierno regional y la alcaldía tomen conciencia
que muchos barrios no han visto el progreso y quizás esta es una oportunidad
para que la autoridad dimensione que muchos sectores están dejados de la mano
de Dios”, acotó.