Ayer se dieron inicio a las labores de limpieza del
recinto religioso y, de esa manera, se cumplió lo señalado por la seremi de las
Culturas, Artes y Patrimonio, Pía Soler, durante su visita a Curicó la primera
semana de febrero. Las faenas se enmarcan dentro de los daños que se generaron al
inmueble tras el incendio de noviembre del año pasado, lo que se unió a la
destrucción que ya presentaba este recinto que sufrió los embates del terremoto
del 2010. Por esa razón, este monumento histórico fue visitado por un
calculista patrimonial que determinó que la iglesia no tenía más daños de los
que arrastraba desde el terremoto y que, por lo tanto, no había que demolerla.
Proyecto definitivo
Aparte de estos trabajos, se implementarán obras de emergencia,
que conllevan la colocación de puntales metálicos tanto en la parte interna
como externa del recinto. De hecho, existen tres proyectos y se seleccionará
uno. Esto será definido por un escáner que determinará si existen restos
arqueológicos y el estado de conservación de los cimientos de la iglesia.
Se espera que a principios de marzo se determine qué proyecto se llevará a cabo.
Para su ejecución se utilizarán dineros del Ministerio de las Culturas, las
Artes y el Patrimonio .