Detectives de la Brigada de Homicidios (BH) de la
Policía de Investigaciones de esta ciudad, con apoyo de funcionarios
del Laboratorio de Criminalística Regional (Lacrim) de Talca y en conjunto
con la fiscalía local de Linares, lograron identificar y detener al homicida de
una mujer, quien fue encontrada muerta en un canal de regadío en el sector de
Huapi Alto, el pasado 27 de abril del
año 2018. La víctima fatal fue identificada como Adriana Rosales Barros, de 67
años, quien presentaba graves heridas e incidios de haber sufrido un ataque de
carácter sexual, hecho que conmovió a toda la Región del Maule por la
brutalidad ejercida por el antisocial.
Pericias claves
Tras la investigación, y en
virtud a las primeras diligencias realizadas por detectives de la policía
civil, se determinó la dinámica de los hechos y la identidad del imputado,
permitiendo establecer gracias a una huella genética, la participación del
sujeto de iniciales F.A.J.F, de 22 años. El hombre fue acusado del delito de violación
con resultado de muerte y posterior robo. Los peritajes desarrollados en el
sitio del suceso arrojaron como resultado, la participación del individuo,
estableciéndose que éste último agredió e hirió con elementos cortopunzantes a
la víctima en distintas partes de su cuerpo, principalmente en su cervical,
hasta provocarle la muerte.
A la cárcel
El imputado no registraba
antecedentes y fue puesto a disposición del Tribunal de Garantía
correspondiente para su audiencia de formalización. En la audiencia, el Ministerio
Público acusó al sujeto por los ilícitos de violación y homicidio, donde
peritajes de ADN fueron claves para determinar su participación en el hecho de
sangre. Tomando en cuenta la gravedad de los delitos, y a petición de la
Fiscalía, el Tribunal de Garantía de Linares determinó la medida cautelar de
prisión preventiva para el acusado por ser considerado un peligro para la
seguridad de la sociedad.
Conocido
La fiscal jefe de Linares, Carola D” Agostini, señaló que “se levantaron
una serie de muestra biológicas de lo que se obtuvo huella genética.
Posteriormente desde el análisis de la carpeta de investigación y una serie de
testimonios se pudo establecer el perfil del supuesto autor de este hecho y ello
condujo a reducir el círculo de sospechosos. Esto permitió establecer que se
trataba de un hijo de un cliente frecuente que tenía la víctima en su negocio
lo que finalmente permitió su identificación y rápida detención”.