La denunciante es la profesora de la Escuela Brasil de Curicó Rosa Adriana Ramírez Fuenzalida, de 38 años, quien el 5 de
diciembre del año pasado presentaba un embarazo de nueve meses y
comenzó a tener contracciones, por lo cual concurrió donde su matrona Cecilia Maripangue,
quien llamó al pensionado
del hospital y al doctor Luis Apara para proceder a efectuar una cesárea (estaba programada en un principio para el
día 9).
www.curicosincensura.com tuvo acceso a la acción legal, la cual indica que “la
víctima ingresa a pensionado en horas de la tarde y a eso de las 21 horas se le
traslada al interior del hospital para la cesárea. El Dr. Apara llama a la
matrona Maripangue, quien no contesta y en razón de ello procede a efectuar la
cesárea sin la matrona”. El abogado y esposo de la mujer, Marcelo Barrios,
señaló que la “matrona llegó minutos después cuando el parto
ya había terminado, señalando que se había quedado dormida y no había escuchado
el teléfono. El doctor Apara me refirió personalmente que el parto había estado
complejo, pero que había salido todo muy bien”.
De alta
La víctima fue dada de
alta dos días después y comenzó a botar líquido por la herida de la cesárea,
ese mismo día fue donde el médico Apara y donde la matrona Maripangue. Barrios
recuerda que ambos profesionales dijeron “que lo que botaba mi esposa era seroma
y que se curara con sal y se pusiera parches cada cierto tiempo en que
estuviese mojado ese lugar”. Agregó que en esas fechas el médico Apara se fue de
vacaciones y no dejó a ningún profesional a cargo de su esposa. El 16 de diciembre, dado
que se sentía muy mal y porque seguía botando mucho líquido, la víctima
concurre al hospital donde se le informa que lo que había botado por la herida
de la cesárea era orina y no seroma. Al otro día es dada de alta por parte del
ginecólogo de turno Óscar Hernández, quien indica que el urólogo de turno
Guillermo Torrealba indicó que le pusieran una sonda por 12 días y nada más,
pues se iba a recuperar y la herida cerraría sola.
Dudas
Según Marcelo Barrios, el
urólogo ni siquiera la examinó, por lo cual decidieron acudir a un ginecólogo
particular, quien resultó ser el propio Hernández, pues no había ninguno más
disponible. En la querella se indica que el profesional “dijo que todo estaba
bien y que cambiaría la sonda por una más grande”. No contento con la atención,
buscan a un urólogo particular y por cosas del destino solo estaba con tiempo
el doctor Torrealba, quien el día anterior le dio el alta sin verla. En el
escrito se indica que en esta ocasión “le ordenó exámenes y le señaló que había
que operar y le dio hasta la orden para presupuesto. Gracias a su esposo y su
hermano, la víctima logró hacerse ese mismo día los exámenes en donde aparecía
claramente según lo que dijo el tecnólogo particular que tenía una rotura, por
lo que fue de inmediato al urólogo Torrealba, quien no quiso ver los exámenes
ya que quería ver el informe.
¿Negligencia?
El 18 de diciembre se le
realiza un examen a la mujer, el cual arrojo que sufrió una fistula en la
vejiga el día del parto, de lo que solo se enteró el día 17, casi dos semanas
después, tiempo en el que estuvo botando orina por la herida de la cirugía, la
cual creció cada día. Ya superado por la
situación, el día 19 Barrios fue a denunciar la presunta negligencia y la mujer
fue operada esa misma jornada y dada de alta el 22. Según la acción legal, la víctima debió
concurrir casi a diario por casi un lapso de dos meses a curaciones al
hospital. Estuvo con corchetes y botando líquido por la cesárea hasta el 5 de
febrero. Durante todo ese tiempo, su esposo tuvo que pedir permiso, vacaciones,
no pudo trabajar y además estuvo como un mes con licencia médica por depresión
o ansiedad”
Presuntos implicados
Hace algunos días fue presentada una querella en el Tribunal de Garantía de
Curicó por presunta negligencia médica. A juicio del matrimonio denunciante,
los “responsables son el Dr. Luis Apara, quien la operó sin la matrona, y al
parecer en ese acto se rompió la vejiga de la víctima y no se dio aviso, ni
ordenó exámenes cuando tomó conocimiento de que se botaba líquido y además no
dejó a la paciente a cargo de ningún médico, mientras él se fue de vacaciones.
La matrona Cecilia Maripangue, no llegó a la cesárea, además, ambos dijeron que
botaba seroma cuando en verdad era orina y nunca ordenaron ningún examen”.
Además, dicen que otros profesionales de la salud también actuaron de mala
forma. “Los médicos de turno del día 17.12, esto es, el ginecólogo Dr. Hernández
que le dio de alta ese día, no obstante estaba botando orina, además el urólogo
Torrealba, quien ordenó el alta de la víctima sin verla, quienes al otro día
además la vieron en forma particular. Las penas que arriesgan los profesionales
van desde 61 días a tres años.