Felices y motivadas se encuentran las denominadas “Palomitas” con la posibilidad de mantener viva esta vieja tradición en la denominada “Ciudad de las Tortas”.
Una de ellas es Ana
González, quien señaló que “nos fue bien donde vinimos y nos van a dar la solución
que nosotros queremos que es seguir trabajando en la estación. Estoy muy
contenta”, aseguró.
Igual de entusiasmada con
la idea está María Isabel Céspedes, quien señaló que toda su vida ha trabajado
vendiendo pasteles. “Imagínese, más de 50 años de trabajo, criar los hijos y ha
estado toda mi familia en ese puesto, bisabuela, abuelita, mamá, yo, mi cuñada
y una sobrina, es una tradición total”, sostuvo.
Estas orgullosas “Polomitas” hicieron estas declaraciones tras ser recibidas en Santiago por el presidente de la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE), Pedro Pablo Errázuriz, quien señaló que es fundamental que esas trabajadoras vuelvan a la estación tras muchos años de espera. En ese sentido, valoró que siempre mantuvieran la esperanza. “No solo es un recuerdo, sino que es una cosa que todos queremos como pasajeros, pues se añora y que no tuvieran permiso para instalarse en la estación era una muy mala noticia”, acotó.
En la cita también
participó el senador Rodrigo Galilea, quien contó que el presidente de EFE
admitió que las “Palomitas” son parte de la estación de trenes de Curicó. “Es
un patrimonio vivo que Ferrocarriles del Estado valora mucho, que jamás debe
dejar de existir y que ojalá siga subsistiendo en el tiempo. Aquí hay generaciones y generaciones de
familias que se han criado a través de este precioso oficio”, dijo.
En tanto, el concejal por
Curicó Francisco Sanz afirmó que la autorización para trabajar en la estación
es un merecido premio para las “Palomitas” que le han dedicado más de medio
centenar de años a ese oficio. “No quieren que esta tradición de más de 80 años
y un patrimonio cultural de la ciudad se pierda. Han hecho todo un esfuerzo e,
incluso, han ido hasta la propia EFE hace un mes atrás para tocar este tema”,
destacó. Agregó que al escuchar los testimonios de esas mujeres, se animó para
ayudar a gestionar un permiso para trabajar.
Francisco Sanz valoró la
preocupación por el asunto del vicepresidente del Consejo de la Sociedad Civil
de Curicó, Juan Allendes, quien también
los acompañó a la capital.