En marzo del año pasado, estas trabajadoras tuvieron que irse para sus casas, pues el Coronavirus también las afectó. Sin embargo, fueron pacientes y viajaron a Santiago para reunirse con las máximas autoridades de la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE) para pedir autorización y volver en gloria y majestad. Fue así que la tarde de ayer, alrededor de las 18:00 horas, ofrecieron sus ricos productos a los pasajeros que llegaron a la “Ciudad de Las Tortas”.
Una de las pocas
“Palomitas” que quedan en actividad es Ana González, quien lleva 50 años
dedicados a trabajar en la Estación de Trenes de Curicó y, obviamente, estaba
feliz de retomar su oficio. “Siento alegría, emoción y agradecimientos a todos
los que pudieron hacer que volviéramos”, acotó.
Igual de feliz estaba
María Céspedes, quien tiene 52 años en su trabajo, el cual ha compartido con
varias familiares. “Yo crié todos mis hijos trabajando aquí y es una emoción
muy grande. Acá estuvo mi bisabuela, mi abuelita, mi mamá, mi cuñada y una sobrina”, acotó.
Y la estación cuándo?
Una de las autoridades
locales que acompañó a la capital a las “Palomitas” fue el concejal por Curicó
Francisco Sanz, quien indicó que “es un oficio que todos quieren y era muy
curioso que no pudieran trabajar”.
Consultado por la
reconstrucción de la estación, anunció que “la gerente de asuntos públicos (de
EFE) nos dio la primicia de que se están iniciando los estudios de
ingeniería para reconstruir donde
corresponde, en el lugar de siempre y sobre todo respetando la historia de la
ciudad, es decir, con un sentido arquitectónico histórico”.
Las “Palomitas” pueden
ofrecer las tortas curicanas de lunes a viernes (hay dos trenes en la mañana y
dos en la tarde), aunque el fin de semana la frecuencia en mayor. No pueden
subir a los vagones, sino que solo ofrecer cuando bajen los pasajeros por las
medidas preventivas adoptadas por la pandemia. Poco a poco vuelve la normalidad
para ellas.