La comunidad contraria a la central se ha organizado, pues no quieren esa iniciativa cerca de sus casas. En un comunicado, el movimiento contra la termoeléctrica informó que la obra “es vecina de una escuela y una posta rural en el sector de Talquita', está a menos de un kilómetro de dos humedales (Zanion y la Vega) y del río Perquilauquén que conforman un amplio corredor biológico”,
En el documento, se agrega que el
proyecto declara ser una planta de energía renovable y niegan ser una
termoeléctrica. “Si bien es reglamentariamente correcto, técnicamente es falso
debido a que es de público conocimiento que producen electricidad a través de
un proceso térmico quemando residuos forestales y agrícolas, lo que la
convierte en una termoeléctrica”, alegan los vecinos.
Daño a la salud
Las personas que se oponen al proyecto aseguran que habrá residuos altamente tóxicos, pues “poseen trazas químicas de agrotóxicos, fumigantes y pesticidas; además, emiten altos gases de efecto invernadero y está demostrado que sus compuestos generan graves consecuencias a la salud de las personas como enfermedades respiratorias, cardiacas, cáncer, infertilidad y problemas en el embarazo producto de los compuestos tóxicos que emiten sus chimeneas”.
Precisaron que Energía Colbún tiene
a este proyecto como finalista de un concurso de energías limpias llamado
Premio Avonni. “¡Les premian por poner en riesgo nuestra vida! No darán energía
a nuestra comuna debido a que se conecta al sistema interconectado central, no
darán trabajo, pues se necesitan muy pocos operarios para mantener funcionando
los procesos, no dan garantías de precauciones y seguridades ambientales y de
medición de calidad del aire suficientes y ponen en peligro la salud de
naturaleza”, apuntaron.
Para llamar la atención de la
opinión pública, un grupo de personas realizó una protesta alusiva a Halloween,
donde mostraron su malestar con que el proyecto siga adelante.