La consejera regional por la provincia de Curicó, Giovanna Paredes, sostuvo que las complicaciones que han dejado los sistemas frontales han sido muy graves.

La autoridad indicó que “todas las bocatomas, las compuertas, los sistemas de medición fueron totalmente destruidos”, acotó.

Agregó que su visión es compartida por la Sociedad Nacional de Agricultura y las Juntas de Vigilancias. “Según ellos, recuerdan que no existe un evento de tanto desastre como lo que sufrimos en el más reciente temporal”.

Dijo que, según datos oficiales del Gobierno, se vieron gravemente afectadas cerca de 130 mil hectáreas en este último evento climático en las regiones de Ohiggins, Maule y Ñuble.

“Pero aquí lo preocupante es que 98 mil son damnificados del Maule, es decir, el 70 por ciento de la afectación está concentrada en nuestra región”, puntualizó.

Faltan soluciones

Giovanna Paredes afirmó que lo más delicado es que desde el primer temporal de junio pasado hasta hoy “todavía no vemos un plan de recuperación en la parte agrícola. Entonces, cómo vamos a encausar los ríos, cómo vamos a llegar con el agua para la temporada de riego”, se preguntó.

La consejera regional por la provincia de Curicó aseveró que se necesitan soluciones urgentes para enfrentar la actual coyuntura.

“La agricultura no espera los procesos y si no los hiciste en su minuto y si no tenemos agua para regar en la fecha que corresponde, esto traerá un desastre aún mayor para nosotros”, aclaró.

Por eso mismo, Giovanna Paredes manifestó que ahora más que nunca hay que abordar con seriedad el tema de más embalses. “Si hubiésemos contado con eso, estoy segura que habría sido muy distinto, habríamos causado mucho menos daños a nuestros vecinos porque habría sido más controlado. Por eso, las inundaciones que se han vivido en la región habrían sido menos graves y habríamos garantizado el agua para el riego”, resaltó.




 
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