En medio de una fiscalización preventiva, efectivos del retén de Iloca de Carabineros detuvo a dos hombres, quienes al ver la presencia policial se fugaron, pero fueron alcanzados rápidamente.
El procedimiento se efectuó en la localidad de Rancura, donde los traficantes
se desplazaban con un kilo 593 gramos de clorhidrato de cocaína que tenían
escondido en el portamaletas de un automóvil.
Los imputados fueron identificados como D.E.G.T, de 28, y C.P.C.M, de 29,
ambos chilenos y con antecedentes policiales.
A tribunales
La fiscal jefe de Licantén, Mónica Barrientos, contó que los acusados fueron
formalizados y que quedaron tras las rejas. “A raíz de esa fiscalización se
procede a la detención de estas personas, quienes mantenían en su poder tres contenedores
de sustancia psicotrópicas en dosificación tipo ladrillo, los cuales pesaron 1
kilo 593 gramos”, dijo.
La persecutora agregó que la droga estaba destinada al tráfico en el sector costero y que la medida cautelar se extenderá por los tres meses decretados para la investigación del caso.
Importante denunciar
En tanto, el comisario de Licantén, mayor Luis Avilés, resaltó los
antecedentes aportados por la ciudadanía, indicó. “Acá lo importante es
resaltar la oportuna comunicación y preocupación que tuvieron los vecinos de
ver que un vehículo extraño, lo que permitió que pudiese accionar Carabineros y
llegar a esta detención”, aseveró.
El jefe policial llamó a las personas a denunciar “cuando vean un tipo de
situación que sea anómala e irregular en sus viviendas o en los lugares donde
trabajan. Tengan la confianza de llamar a Carabineros, nosotros estaremos
llanos de poder estar ahí lo más rápido que se pueda”.